El Rolfing® es un trabajo físico, pero que se acerca y relaciona con los aspectos psicológicos de cada individuo, ya que nuestro cuerpo es la historia de nuestra vida. Cualquier cambio en nuestra estructura afecta a toda la persona.
El Rolfing® va dirigido a personas de cualquier edad o sexo (no tiene límite de edad) con problemas estructurales, a los que desean mejorar su rendimiento físico (deportistas, bailarines, actores) y, en general, a aquellas personas que quieren aprender un mejor uso de su cuerpo.
Los niños se pueden beneficiar enormemente del método de Integración de la Estructura, así como las personas de mayor edad.
Los resultados son muy variados y complejos, como los organismos que han sido alterados.
Las personas que han recibido el tratamiento nos constatan que consiguen:
– Una mejora en sus movimientos.
– Menor cansancio.
– Mayor capacidad de recuperación y energía.
– Más flexibilidad y gracia en los movimientos.
– Mayor fuerza y equilibrio.
En general consideramos que los efectos de la terapia son:
– Mayor bienestar y estabilidad,tanto física como emocional.
– Una notable mejora postural y unos movimientos más armoniosos.
– Mejora de la circulación y respiración, y en general una mayor sensación de bienestar y conciencia corporal.
El método de Integración de la Estructura puede ayudar a prevenir o mejorar una lista interminable de patologías y disfunciones como son:
– Lumbalgias.
– Escoliosis.
– Síndromes compartimentales.
– Cervicalgias.
– Dolores articulares.
– Alteraciones del sueño.
– Dolores crónicos por traumatismo y/o accidentes.
– Disminución de la movilidad y flexibilidad.
– Contracturas musculares.
– Dificultades respiratorias.
– Artrosis prematuras.
– Y problemas ortopédicos de pies y piernas entre otras cosas.
Este proceso puede ser reversible con el Rolfing®.
El daño causado por un traumatismo, una intervención quirúrgica o una lesión es importante porque el tejido tiende a espesarse y acortarse. Esta trama fascial se conecta y comunica a través del cuerpo. Las regiones engrosadas transmiten tensión en muchas direcciones y hacen sentir su influencia en puntos distantes, de manera muy similar a como un enganche de jersey deforma la totalidad de la prenda.