Bibiana Badenes Clínica Kinesis Ctra. del Desierto, 2 bajo 12560 – Benicasim (Castellón) SPAIN
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POSTURA , MENTE y EMOCIONES:

Las teorías dualistas, instauradas por Descartes en el siglo XVII, afirmaban que la mente y el cuerpo son dos cosas completamente separadas. Estas teorías han permanecido fuertemente ancladas entre nosotros durante mucho tiempo. A principios del siglo XX, surge la teoría de interconexión entre mente y cuerpo. Uno de sus principales representantes es el profesor George Lakoff de la Universidad de Berkeley en California. Utilizando una analogía con los ordenadores, el profesor Lakoff explicaba que se tenía una percepción de la mente como si fuera un programa informático, separado del cuerpo, cuyo hardware era el cerebro. Tras muchos estudios, se afirma ahora por los neurocientíficos corroborando la teoría de Lakoff que nuestra racionalidad está influida por nuestros cuerpos.La embodied cognition’ explora la relación entre la posición de nuestro cuerpo y nuestras emociones, y nos dice con rotundidad que nuestra forma de interpretar y de sentir está muy vinculada a la postura corporal que adoptamos.

Recuerdo bien cuando mi hija con unos 4 años me explicó que creía que ya sabia que era la vergüenza  ( anteriormente me había preguntado muchas veces ;Mama ¿por que la gente dice que tiene vergüenza? )

porque la había sentido en su cuerpo y le dije  : ah si, dime : “me viene una especie de risita pequeña, me sonrío pero hacia dentro, y por dentro mi cuerpo se hace pequeño, noto que me cambia algo y no quiero que me miren, siento luego que me yo toda me hago mas pequeña” Aquello me pareció fantástico , a medida que me lo iba describiendo podía sentir en mi el cambio postural que mi cuerpo iba haciendo e imaginar  a otras personas conocidas en el momento que tenían vergüenza. Todos de niño hemos pasado por las fases de sentir la emoción en el cuerpo hasta que la asociamos con una palabra que los adultos nos enseñan. Recuerdo también que una vez me dijo que ella sentía el enfado “en los puños”, ahora con 10 años me dice que el enfado pasa de los puños a los pies como que quiere dar un golpe de talón ,esto dura poco, pero si sigue dice que le aparece la rabia y entonces la siente mucho en los dientes y en la mandíbula.

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